Por: Juan Francisco Muñoz, Country Manager de Amadeus Colombia
La masificación del acceso a internet y la influencia de las redes sociales en los consumidores han tenido un gran impacto en la industria de los viajes durante los últimos cinco años especialmente en un país como Colombia donde, según cifras recientes del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mincit), la penetración de internet ya alcanzó al 61,4% de la población. Un estudio sobre el rendimiento del comercio electrónico de la consultora digital Blacksip encontró que en el país este ha crecido 64% en los últimos tres años y que los sectores más beneficiados son el entretenimiento y el turismo, este último con un crecimiento de 28%.
Las redes sociales sirven para inspirarse sobre el destino de un viaje, para elegir al mejor proveedor, para estar en contacto con este y para compartir experiencias de viaje. La tecnología ha dado al viajero la posibilidad de expresar su valoración de la experiencia en tiempo real y eso también nos obliga a adaptar la forma en la que la industria se relaciona con él. Un post en las redes sociales puede incentivar o hacer cambiar de decisión a futuros visitantes en tan solo segundos. Aquí es donde la forma en la que los destinos se relacionan con sus huéspedes cobra una importancia no antes vista.
Desde que se inicia un proceso de comunicación y promoción del destino, la relación debe ser pensada en el largo plazo, no solo para atraer a las personas en una situación puntual, sino también porque estas se transformarán en “embajadoras” promoviendo y recomendando las experiencias a otros grupos de interés. Finalmente, la relación en el tiempo de un destino con un cliente no es muy distinta de la que cualquier otra marca desearía tener con éste y que en el tiempo la cantidad de interacciones (visitas) vaya en aumento ya que es más fácil hacer que uno regrese que invitar a ir por primera vez.
Hace cinco años eran populares redes sociales como Facebook o Twitter pero es en la actualidad Instagram la que ocupa un espacio muy especial en la mente de los consumidores, lo que ha obligado a las empresas a utilizarla para intentar llegar a sus clientes. Con una previsión de crecimiento global de uso del 39% de cara a 2020 y más de 80 millones de fotos publicadas al día, Instagram se ha convertido, según el último informe de Ditrendia 2017, en el laboratorio de tendencias más activo que existe.
El principal incremento de uso de Instagram se ha dado en el segmento femenino esto de acuerdo a los datos de la agencia de marketing digital Latamclick que reportó que el 54,4% de los usuarios de esta red en Colombia son mujeres. Lo cierto es que, Instagram sirve para “estetizar” momentos, exaltando o modificando ciertos aspectos de los viajes y haciéndolos más deseables visualmente para el público y de allí la importancia de su uso dentro de la industria del viaje. Y aquí es clave entender la relevancia del móvil desde donde se accede a la mayoría de las redes sociales. Según We are Social el tráfico web por dispositivos móviles es de 31% y más del 59% de la población del país es activa en redes sociales desde los móviles.
En los últimos años hemos visto como las redes sociales han empezado a evolucionar y transformar el comportamiento del viajero. Lo cierto es que nuestro cliente quiere compartir sus experiencias y sentirse inspirado por las de los demás. También quiere tener la facilidad de acceder a sus marcas desde todos los canales tanto físicos pero especialmente digitales. En el 2014 la revolución digital estaba iniciando su camino y nosotros estábamos viendo de lejos como otros se unían, en el 2018 no hay excusa para no ser parte de ella.
Los próximos años serán muy importantes y emocionantes para la industria. La demanda aérea mundial tiene previsto un crecimiento de los pasajeros domésticos e internacionales, y de acuerdo con IATA se espera en 2018 un incremento de pasajeros llegando a un total 4300 millones de pasajeros (6% más que el año anterior). La proyección en 2035 es alcanzar los 7.200 millones de pasajeros. Esto significa que la industria tiene un gran potencial de crecimiento y la tecnología y redes puede ser su mejor aliada.